Por: Ing. Javier Gutiérrez
Preámbulo
En el artículo anterior recorrimos el camino que México realizó para preparar unos exitosos Juegos Olímpicos, desde la conformación de un Comité Olímpico Organizador por decreto presidencial, que tenía su propia autonomía y bajo la dirección del Arq. Pedro Ramírez Vázquez, la instalación deportiva, en este caso el “Estadio MÉXICO 68”, nombre oficial del Estadio Olímpico Universitario, donde por primera vez en unos Juegos Olímpicos se hacía uso de una pista sintética (Tartán), y el equipamiento necesario, así como la colaboración de oficiales, técnicos y jueces mexicanos.
Mientras todo esto sucedía, el programa del recorrido de La Antorcha Olímpica estaba por comenzar, como cada cuatro años desde la edición de Berlín 36, donde es traído con relevos hasta la sede, se venía haciendo con una ceremonia ancestral en Olimpia, Grecia, donde se concibe el Fuego Olímpico aquí comenzaría su recorrido hasta el Estadio MEXICO 68 (Estadio Olímpico Universitario) en Ciudad de México, recorrido que marcó sus propias hazañas históricas, lleno de simbolismo, veremos como el Fuego Olímpico llegaría por vez primera a tierras Aztecas.
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Parte III El Fuego Olímpico
Fue aquel 23 de agosto de 1968 que el Fuego Olímpico se encendió en Olimpia, Grecia, en una ceremonia especial y llevado al templo de Hera, en la explanada del templo de Zeus se interpretó el Himno Nacional Mexicano y el Himno Nacional Griego, una ves depositado en el templo, el atleta griego Haris Aivaliotis encendió en él la primera Antorcha Olímpica, la exhibió y se dirigió al túmulo levantado en honor del barón Pierre de Coubertin, donde efectuó un breve homenaje. Luego puso la Antorcha en manos del primer corredor olímpico y el fuego partió hacia tierras Aztecas.
El simbólico Fuego Olímpico, la llama del espíritu deportivo que arde fuertemente durante los Juegos Olímpicos es un ícono que tiene su origen en los antiguos Juegos Griegos, que simbolizaban la tregua olímpica desde el comienzo hasta el fin de los Juegos donde permanece encendida y colocada en las diferentes sedes donde se realizaban los mismos. El concepto de los relevos se lo debemos a los alemanes quienes en su edición de Berlín 1936, concibieron una ruta que trajera el Fuego Olímpico desde Grecia al país sede.
El simbolismo durante el recorrido del Fuego Olímpico, comienza desde la ruta que habrían que tomar los relevos, siendo ésta la del descubrimiento de América, la que habría seguido Cristóbal Colón simbolizando la unión de la cultura americana y grecolatina. El fuego olímpico llego al puerto de Veracruz el 6 de Octubre de 1968 en el cañonero “Durango”, de la Marina Mexicana, la flama pues, fue conducida por diecisiete nadadores, hecho sin precedentes ya que nunca antes había sido llevada más que por relevos en tierra.
Recorrido del Fuego Olímpico México 68.
(Imagen del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
“...Eduardo Moreno, primer portador marino, lo recibió del acorazado Durango y, a nado, cubrió los primeros 50 m. con la Antorcha en alto para entregarla al segundo portador de los 17 que uno a uno trasladarían hasta la costa distante 850 m. Allí lo recibió el primero de los 816 relevos que cubrieron la etapa de 6 días hasta la Ciudad de México.” (Memoria Oficial de los Juegos de la XIX Olimpiada México 68 (1969), Volumen 2 La Organización Cap. 9 El Fuego Olímpico pág. 6)
Relevos nadadores llevando la antorcha olímpica, Puerto de Veracruz, 6 de octubre de 1968.
(Imágenes del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
“En la histórica plaza de Veracruz, miles de espectadores presenciaron el encendido de la réplica del brasero de Tlatelolco por María Mosxoliou, misma que un mes antes había prendido la primera Antorcha en Olimpia…” (Memoria Oficial de los Juegos de la XIX Olimpiada México 68 (1969), Volumen 2 La Organización Cap. 9 El Fuego Olímpico pág. 9)
María Mosxoliou en el encendido del pebetero Tlatelolco, Plaza de Veracruz, 6 de octubre de 1968.
(Imagen del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
Cabe mencionar que el brasero de Taltelolco fue encontrado en la Ciudad de México durante las excavaciones para la cimentación del conjunto habitacional Taltelolco, fueron descubiertas grandes ánforas de barro cocido, que los investigadores identificaron como los braseros que los mexicas utilizaban para depositar el fuego ritual posiblemente dedicado a Quetzalcóatl y a Xiuhtecuhtli, deidades tutelares de los pueblos del altiplano.
Por su paso en Huamantla, Tlaxcala 2500 artesanos durante 20 horas colocaron una alfombra de flores, aserrín y arena, de tres kilómetros de longitud, de ahí pasó a la capital del estado, y fue instalado en un pebetero del Estadio Tlahuicole. De este sitio la antorcha partió hacia Teotihuacan, a escasos 38 kilómetros de la Ciudad de México, sede de los juegos, la Flama fue puesta en un pebetero en la primera explanada de la pirámide de la luna, el 11 de octubre de 1968 a las 19 horas, donde se hizo una auténtica recepción digna de las colosales pirámides de la Ciudad de los Dioses, aquí les dejo el video de aquella recepción.
Ceremonia de recepción del Fuego Olímpico en la explana de la Pirámide de la Luna que imitó la ceremonia del "Fuego Nuevo" para simbolizar la fusión de las mitologías de nuevo y viejo mundo el 11 de octubre de 1968. Dirección Julio Prieto, coreografía Guillermo Arriaga, música Leonardo Velázquez.
El día 12 el Fuego emprendió la ruta al entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, por tanto el Fuego Olímpico se dividió en tres antorchas; una hacia Acapulco, donde un grupo de esquiadores lo llevaron al pebetero del club de yates donde se realizaron las competencias de vela, otra al Museo de Antropología e Historia, escenario principal del Programa Cultural (mismo del que hablaré en otro artículo de esta serie), y la otra al Estadio central de los Juegos en Ciudad Universitaria.
Esquiadores portando la Antorcha Olímpica, rumbo al club de Yates, Acapulco, 13 de octubre de 1968.
(Imagen del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
Finalmente, el alto honor de dar una vuelta a la flamante pista del Estadio Olímpico Universitario (Estadio 68), fue para la primera mujer en la historia del olimpismo en encender el pebetero olímpico (antes habían sido sólo hombres) Enriqueta Basilio, atleta bajacaliforniana, quien subió los 90 peldaños hasta encender el monumental pebetero. En resumen, el viaje duró 50 días y 2778 relevistas desde Olimpia, Grecia hasta el Estadio Olímpico MÉXICO 68.
Enriqueta Basilio con la Antorcha Olímpica y Pebetero Olímpico Estadio Olímpico Universitario, 12 de octubre de 1968.
(Imágenes del Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada)
Les dejo un extracto de los relevos de la Antorcha Olímpica de México 68.
Escenas de la Película Olimpiada en México (1969) Director Alberto Isaac, (Pelicula Oficial de los Juegos de la XIX Olimpiada)
El recorrido del Fuego Olímpico por fin concluía y éste seguiría ardiendo hasta la ceremonia de clausura en el Estadio Olímpico Universitario.
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